- bueno, bien... ha meado y ha cagado donde le ha dado la gana...
Esta es una conversación real, entre mi señora y yo. Y es que el lugar de las defecaciones de Duna, tiene pinta de ser de las tareas educacionales que más trabajo nos va a costar controlar.
Hasta el momento, la única estrategia que hemos adoptado, es tratar de estar cerca de la cocina (lugar donde queremos que haga sus cosas), cuando se levanta de sus "siestas".
Esto funciona parcialmente, ya que es obvio que no estaremos siempre que se levante.
Hemos notado la siguiente conducta al respecto.
- Cuando Duna estar de buen humor, hay más probabilidades de que realice "sus cosas" cerca del lugar "correcto"
- Cuando la hemos regañado o está sola, hace sus cosas en cualquier lugar.
¿Demasiado joven para tener rencor?
Creo que tengo que hacer un curso de psicologia canina.
Saludos.
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